¿Pienso como vivo, o vivo como pienso?

Como algunos saben nací en una hermosa isla del Caribe, en la ciudad más cálida y olvidada que puede existir, pero donde la gente es amable, servicial y amigos de por vida. La educación fue eficiente y en mi ignorancia, la defendía como la mejor educación del mundo, salvo por un pequeño detalle. 

Después de vivir años dentro de un sistema que me enseñó a ver la vida de una determinada manera, comencé a cuestionarme si realmente vivo como pienso o si mis pensamientos estaban condicionados por lo que me habían enseñado. En el capitalismo (cruel y brutal, como me programaron desde pequeña) aprendí sobre crecimiento personal, propósito, metas y el poder de alcanzar mis sueños. Sin embargo, una fuerza más fuerte que yo me arrastraba hacia el abismo sin entender por qué. Gracias a lo que he estudiado y a las personas con las que comparto mis historias y mis sueños en estos 17 años lejos de mis raíces, descubrí qué era lo que se ocultaba detrás de mis impedimentos a pesar de mis esfuerzos. Y hoy, quiero compartirlo contigo, pues tal vez eres una de las víctimas que vas por el mundo rompiendo brazos y desconoces ese secreto. 

No es nada más, que diferentes ideologías que tratan de llevar al ser humano a caminos diferentes; no es política lo que hablo, es una manera de pensar diferente que te alejará o te acercará a tus sueños. Quiero que reflexiones conmigo. ¿cómo vivo realmente? ¿Mis acciones reflejan mis verdaderas aspiraciones o estoy viviendo una vida prediseñada por otros?

Si creciste como yo, donde te enseñaron doctrinas marxistas que expresan que el hombre es un ser social que piensa como vive, entonces debes conformarte con lo que el medio te brinda. Si vives con pocos recursos, no debes aspirar a más y tu pensamiento se limitará al conocimiento que hay en ese mundo. Debes conformarte con morirte así y enterrar tus deseos, porque entiendo que con esta creencia es imposible crecer como ser humano, desarrollarse y ser capaz de lograr tus metas, porque estás programado para el límite, la obediencia y la sumisión y jamás para expresarte como lo que eres. 

Por otro lado, cuando me negué a ser conforme y comencé a expandir mi mente con libros y estudios, comprendí que había otra manera para combinar estas palabras y sin duda, el resultado también es diferente: el hombre vive como piensa. Esta perspectiva me hizo cuestionar mi realidad y cómo las creencias limitantes influyen en mi vida diaria, preguntándome constantemente cómo pienso y cómo esto afecta mi forma de vivir.

Ahora sí. Me explicaban el poder del pensamiento sin límites y el secreto está en tus creencias. Es importante que hoy entiendas que tus creencias determinan lo que piensas y éstas, son el desenlace de lo que has vivido, lo que te han dicho y lo que has visto desde pequeño. Son generalidades compuestas por tus vivencias y las historias que has escuchado que das por válidas y conforman tu realidad. Tus creencias determinarán lo que piensas en cada aspecto de tu vida. Tus pensamientos generarán emociones que te llevarán a actuar de una u otra forma, y así obtendrás en la vida tus propios resultados. Producto de tu expresión, primero como un ser humano que puede alcanzar su máximo potencial, y sólo entonces podrá aportar de manera positiva a la sociedad donde vivo como un ente capaz de transformar su entorno.

Es por ello que independientemente de nuestros orígenes somos capaces de crear nuestro mundo, de romper nuestras barreras mentales, de alcanzar nuestros sueños y conquistar nuestra libertad como ser semejante a lo divino y merecedor de terminar sus días según sus esfuerzos y sus decisiones. Decide hoy por ti, por apartar las creencias que te limitan y comienza a pensar de la manera que cada día estés más cerca de ser el hombre para lo que fuiste creado, es una valiosa decisión. Confío en ti. 

Licet Mesa.