Realidad vs Sueños

A veces escuchamos a nuestros alrededor que debemos aceptar la realidad, que hay que ser realistas. Yo no recibía para nada bien esa referencia. Ser realista es acomodarse a lo que ya existe. ¡Por Dios que aburrido! 

Me sentía como bicho raro, sabes por qué. Porque jamás he sido realista, soy una soñadora. Y no cualquier soñadora, soy una soñadora intensa que no pretende aceptar la realidad sin antes soñarla, crearla o cambiarla.

Les voy a contar mi historia rapidito. Soy Odontóloga, Ortodoncista, esta es mi realidad desde hace 25 años. Una realidad que yo por X o Y asumí y aún forma parte de mi vida con mucho amor. Incluso en el exilio donde llegué a tener 5 trabajos y hoy tengo mi consultorio propio logrando éxito desde esta realidad. 

Pero pasó que hay momentos en la vida, por lo menos de nosotras las mujeres que nos da esa crisis existencial de lo que soy, lo que quiero ser, lo que he logrado, lo que me apasiona. Esto ocurre en una etapa de la vida donde tenemos madurez suficiente, y hablo de madurez, no de vejez, eso jamás. Pero si madurez para reflexionar, tomar el timón y decidir la dirección que le vamos a dar a la otra mitad de nuestra vida. 

Y en medio de esta confusión encontré coaches y mentores, que durante este tiempo me han llevado de la mano. Porque es bueno entender que con el nivel de conciencia que creamos una realidad, jamás podremos cambiarla, a menos que estemos dispuestos a crecer para ver otra perspectiva que nos lleve a una solución. 

Entonces decidí con la guía adecuada, cambiar mi realidad. Paso a paso, aplicando la ley del proceso, porque no podemos simplemente abandonar el presente , que vuelvo a decir, es nuestra responsabilidad porque lo hemos creado, para empezar de cero así no más. 

Sin embargo hace unos años comencé a desempolvar mis talentos, mis pasiones, a descubrir mi propósito de vida. Es un proceso de transformación que he podido disfrutar día a día, sin dejar mi realidad, pero conquistando cada instante un pedacito de mí sueño. 

Y les confieso que a pesar que el año pasado fue sumamente difícil tanto económico, familiar, sentimental, el estar aferrada a mi sueño me ha salvado porque me hizo menos vulnerable y más fuerte. Entendí que si alguien podía, yo podía y tú también puedes.

Por eso quiero compartir contigo tres acciones que me sirvieron para encaminar las velas.

1. Primero

Define claramente donde estás hoy y donde quieres estar en diciembre de este año. 

2. Segundo

Crea un plan de tareas y acciones que te acerquen a tu objetivo. 

3. Tercero

Asegúrate de hacer algo todos los días para poder hacerlo realidad. 

Hoy amo enormemente lo que hago, hoy puedo en el sillón dental con la ortodoncia, con la estética transformar tu sonrisa en la más maravillosa expresión de la autoestima y la belleza. Y gracias a jamás aceptar la realidad como única y conformarme con ella , hoy puedo guiarte a través de coaching a conquistar tus sueños transformando tu vida , como yo lo hice y logrando que sonrías como sólo tú sabes, que sonrías desde el alma y seas feliz contigo misma.

No te conformes con la realidad, siempre lucha por tus sueños.

Licet.