Hoy puedes decidir estar bien
En la soledad de la noche, cuando todos duermen, yo sueño. Solo que a diferencia de los demás, yo sueño despierta. Sueño con lo que quiero ser, hacer y vivir.
Mis sueños me llevan al desvelo por no saber exactamente donde comenzar.
Me descubrí sintiendo inseguridad, ¿yo?, siempre tan fuerte y decidida. Gracias a Dios me sentí humana, claro no es malo sentirse insegura, más si quedarse ahí, por eso preferí indagar. Continué pensando y mi reflexión me llevó al lado oscuro del sueño, un corredizo vacilante que desembocaba en mi incierto futuro. Tantos planes, tantas metas, ¿Por dónde comienzo entonces?
¿Alguna vez te has visto con tanto por hacer que no sabes por dónde empezar?
Después de mucho batallar encontré la única respuesta sensata posible, y me respondí:
– Licet empieza en ti.
Logré despojarme de todos los planes inconclusos, las metas sin cumplir, las circunstancias, las distracciones y centré la atención en mí. Fue cuando apareció una luz y comencé a enfocar mis acciones en estar bien, y cada día estar mejor.
Si tú también tienes un sueño, la situación actual te agobia y no sabes por dónde comenzar, empieza por estar bien contigo mismo. Recuerda que no puedes dar lo que no tienes, todo comienza en ti.
Hoy quiero compartir contigo la conclusión de mi reflexión. Es probable que aparezcan nuevos retos y tal vez me vuelva a sentir insegura; pero logré despedir al desvelo y el desasosiego que me acompañó muchas noches durante años. Solo dejando a un lado lo externo y centrándome en mi poder.
¿Sabes que fue lo primero que hice?
Cree en mi mente una imagen de mi misma, tal como me quiero ver en tres años; el 2023 es importante para mis metas. Esa imagen la veo todas las mañanas al despertar, la felicito, la agradezco y la contemplo. Hago lo mismo al acostarme y reviso en mi mente qué hice ese día para acercarme a ella. Agradezco cada oportunidad y sueño, vibro creando los eventos que deseo, las cosas que anhelo, las amistades que conoceré y ahí me veo, me siento y me escucho.
También entendí que mi mente tiene otro poder y comencé a usarlo para estar bien.
Se trata del poder de las palabras. Cada día me propongo hablar de lo que si quiero que ocurra. Dejé de prestar atención a las cosas que quería evitar y pongo toda mi energía en lo que deseo alcanzar. Dirijo mis palabras y mis pensamientos hacia ese sueño, me edifico y me siento merecedora de ello. ¡Es gratificante!
Luego de saber lo que quiero, crear esa autoimagen positiva de mi misma y programarme con palabras edificantes, siento una enorme gratitud por mí, por la vida, por las oportunidades, por mi familia, por mi futuro y sin importar cuán grande sea mi sueño, siempre el primer paso está en mí, en yo estar bien.
Como ves amigo, amiga, hoy he preferido confesarme que simplemente hablarte de lo que debes hacer, porque todos somos humanos, dudamos, tropezamos, erramos y también crecemos y soñamos.
Te regalé tres pasos que hoy son mis compañeros de viaje para primero que todo, estar bien. Solo de esa manera puedo entregarles a los demás el amor, el respeto y la dedicación que se merecen.
Si tienes un sueño, descubre quien eres, proponte estar bien y luego haz lo que tengas que hacer.
Licet Mesa
“¡Estoy harto de estas frases motivacionales! ¿Y si simplemente quiero estar mal?”
No creo en eso de “decidir estar bien”, la vida es más compleja que eso.
¡Quién necesita decidir estar bien cuando puedes simplemente abrazar el caos y el desorden!
¿En serio creen que una simple frase nos puede hacer sentir bien? ¡Qué ingenuos!